viernes, 10 de enero de 2014

CURSO DE REFLEXOLOGÍA PODAL EN ALICANTE EN CENTRO CLINICO GENT NOVA






REFLEXOLOGÍA PODAL

Es paradójico pensar que en los pies está representado todo el organismo, que poseen un gran poder de adaptación que los hace únicos para reflejar el estado de ánimo de los órganos de nuestro cuerpo. Pero en realidad son los gran olvidados: castigados con calzado inadecuado o grandes caminatas.



La reflexología podal es una terapia que se utiliza para la prevención de la salud, incluso una vez instaurada la enfermedad puede ayudar a regular los sistemas del organismo para que ellos por sí mismos se autoreparen.  No sustituye de ningún modo la medicina pero sí que mejora la calidad de vida de las personas que se acercan a recibir este tipo de terapias.           

Igual que el universo está compuesto de infinitos microsistemas que se interrelacionan entre sí, nuestro organismo está formado por innumerables canales de información que componen un auténtico autorretrato de nuestro ser a nivel físico, mental, psicológico y espiritual.

 "Los pies también expresan nuestro estado de ánimo":
 Cuando estamos alegres bailamos, saltamos, corremos, nuestro paso es ligero; si estamos enojados y con rabia pataleamos; si estamos tristes caminamos como arrastrando los pies; si estamos intranquilos no paramos de mover los pies a un lado y al otro; si dudamos ante cualquier situación nuestro paso es dubitativo… y así un sinfín de particularidades que realizamos de una forma inconsciente.

  Se necesita un mapa de las correspondencias de los pies en el organismo para localizar los puntos dolorosos pero es preciso experiencia, sensibilidad e intuición para interpretar todo lo que nos están diciendo.


"Aprendemos un poquito más acerca de ésta técnica":
A principios del siglo XX comenzó a estudiarse esta técnica milenaria. 
El Dr. Fitzgerald describió muchos de los puntos reflexológicos desarrollando la “Terapia Zonal”. Dividió el cuerpo humano en diez zonas verticales desde la cabeza a los pies y de hombros a manos junto con cuatro tramos transversales que nos ayudan a ser más específicos a la hora de localizar los puntos reflejos. A toda esta estructura imaginaria que compartimenta el cuerpo la denominó “zonas reflejas”.

Otra gran precursora de esta terapia refleja es Eunice Ingham, que entró en contacto con los principios de Fitzgerald y desarrolló de una forma más exhaustiva este arte milenario.

A mediados de los años 70, Hanne Marquardt entró en contacto con los escritos de su predecesora y avanzó en el desarrollo de la “terapia de las zonas reflejas de los pies”.
Todos ellos han proporcionado un impulso a la divulgación de esta técnica tan sencilla pero a la vez tan gratificante para el paciente que la recibe, siempre buscando armonizar las estructuras dañadas del organismo.

Los principios fisiológicos están íntimamente relacionados con el sistema nervioso:
 
A nivel del sistema nervioso central la extensión del área sensitiva de los pies en la corteza cerebral es muy amplia comparándola con otras superficies corporales de mayor superficie. A nivel del sistema nervioso periférico existen muchas investigaciones que relacionan la superficie corporal con el interior del organismo a través de los reflejos víscero-cutáneos que se denominan “dermatomas” (Head y Mackenzie).

También es clara la relación que posee la reflexoterapia con el sistema nervioso vegetativo participando a través de sus fibras nerviosas en las vías reflejas cuti-viscerales. De esta forma un estímulo en una zona distal del organismo, en este caso los pies, puede originar un efecto vagotónico general activando el sistema parasimpático y favoreciendo la relajación, la secreción de sudor o aparición de puntos dolorosos en diferentes zonas de la cabeza.

Beneficios de la Reflexología Podal

Esta técnica refleja, puede influir positivamente en los desórdenes de los órganos y funciones corporales y estimula las defensas favoreciendo una mayor resistencia a las enfermedades. Los síntomas que el paciente remite se confirman con la valoración visual y detectando zonas sensibles a la presión de zonas específicas relacionadas con la patología en cuestión.
Después de lo mencionado podemos destacar la gran capacidad de autorregulación de esta técnica en todo el organismo, evitando efectos secundarios adversos y permitiendo una gran relajación en los tratamientos. Hay que resaltar la gran capacidad de producir cambios en el organismo presionando determinados puntos dolorosos. Lo que se logra es transmitir la información a todo el organismo y favorecer la autorreparación de los tejidos.


CONTRAINDICACIONES ABSOLUTAS:
-Pacientes con enfermedad infecciosa aguda.
-Problemas circulatorios: flebitis, tromboflebitis y trombosis en piernas.
-Embarazos de riesgo.

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